Nunca había retratado a Ana pese a que es la mejor de las guardianas del Paraíso. Esta vez le hice un par de fotos analógicas. La tarde había sido larga: comimos en el patio, entre la juerga de los gatos, bendecidos por la tibieza imprevista del otoño. Hablamos. Como siempre sucede con Ana, hablar...
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La frontera es la dermis, la única línea que no admite bandera ni invasión, la piel. Tres semanas en España —que ahora, diez días después de regresar, son lacerantes por la desemejanza con este lugar recio en el sentido más boxístico—. Fueron un retorno a la patria: lacónica en la caliza sanguínea de Castilla,...
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En unos minutos salgo hacia el noroeste, mi lejanía, la patria de mi alma. Por carretera, pegado al suelo, la única forma de viajar con todos los sentidos implicados en el desplazamiento, enlazados al camino. Como alguna vez expliqué, Galicia es el único lugar donde me siento encadenado a un mapa, al magnetismo de...
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