mi padre nunca leyó una novela
pero del cielo raso colgaban facturas
y las moscas exploraban los ganglios de las paredes
mientras cenábamos chatarra en silencio
él quería cortarme el pelo
malditos años pendejos
teníamos un Ford pintado en dos tonos de azul
el dial de la radio era puntual como un gatillo
niños y niñas con halos místicos y espinas
llenaban el salón de casa
con la excusa de aprender inglés
yo era el profesor mullido
tampoco tuve perro
sólo una camiseta roja
mis jeans
y sueños con la muerte