«El comerciante no vende su producto al consumidor, vende el consumidor a su producto«. La afirmación, cruda como es norma procediendo de la boca hambrienta de William S. Burroughs, se ajusta a la foto como un buen cinturón al antebrazo. El fotógrafo ha dejado programada la cámara —una digital barata, no es necesaria complejidad...
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