Dicen que Walker Evans (1903-1975) nunca se quitaba los guantes para hacer fotos. En la inocente neurosis —y el fotógrafo sabía bastante de los transtornos del ánimo: era un workaholic y un melancólico hipocondríaco que sufría frecuentes depresiones— no había nada de la intención asesina de no dejar ninguna huella en la escena del...
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