Bajo a la calle por primera vez después de los cuatro días de aislamiento y gripe. Ahí están los pequeños detalles que sólo percibes cuando estás de regreso de la enfermedad, el jeroglífico cotidiano y personalizado. En la acera, un pañuelo de papel sin usar, con los pliegues industriales todavía marcados. En la pantalla...
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