1. Soy un hombre cansado. Cuando la gente pregunta por el tamaño de mi cansancio, me gusta responder con orgullo y citando a Pessoa que en el juego del dominó, una vez concluida la partida, ganado o perdido el juego, las fichas se vuelven boca abajo y el juego es negro. Soy uno que está cansado, un estúpido, un papel pegado al alero de la ventana con saliva… Sencillamente, un cansado.
2. Soy un hombre cansado, nada exclusivo. Todo hombre cansado es igual a sus hermanos. Siento esto porque no siento nada. Pienso en esto porque todo esto es nada.
3. Soy un hombre cansado. Un hombre cansado con dos ojos que necesitan lentes, unas manos que ya no pueden agarrar sin sentir el dolor de los pinchazos, un alma que se alimenta de química para evitar la grosería de ladrar… Un hombre cansado como todos.
4. Soy un hombre cansado. Si establezco la proporción de los humanos, mi familia, a quienes les da igual mi cansancio, llego a la conclusión de que todo se ha disuelto.
5. Soy un hombre cansado, así que tengo más posibilidades de pertenecer a una especie decorativa. No es ninguna leyenda urbana que los cansados provocamos miedo entre los felices.
6. Soy un hombre cansado y mi carácter es fruto de las horas de ceniza que me han impuesto.
7. Soy un hombre cansado, como un niño pobre que juega a ser feliz.
8. Soy un hombre cansado, pero no soy un hombre cansado que salga gratis. Todos los hombres cansados necesitamos alimento, techo, algunas prendas de vestir… Eso sin contar con la posibilidad de que las dolencias con las que convivo empeoren y necesite un tratamiento que no puedo pagar y nadie va a pagar por mí. Por mi parte, he renunciado a peluquerías y tutelajes, incluso a las vacaciones para estar un poco menos cansado.
9. Soy un hombre cansado. En el fondo, arrastro las heridas de todas las batallas, incluso las que evité.
10. Soy un hombre cansado, tan cansado como cualquier otro.
Bien… Muy bien…
Vi un film (sin palabras pero con una música impecable) que tal vez intenta traducir en imágenes, pensamientos o trastornos -vaya una a saber- de la vida de un poeta. Y hoy al leer este texto vinieron a mi mente varias de sus imágenes y miradas del protagonista. (un poco como tu retrato) Tu texto evoca más de lo que tus íntimas palabras solitarias y abatidas transcriben. Je!
El director es Lech Majewski y el film es Blood of a poet. del 2007
Una alegría leer tus posts. Merci.
Muchas gracias, Gaby. Busco la película.