Uno de los años más locos de mi vida fue 1975. Me habían expulsado de la residencia de estudiantes por programar un pase de El acorazado Potemkin –prohibida por entonces en España, donde aún mandaba el dictador ultracatólico y necio Francisco Franco–. En realidad utilizamos la (aburridísima) película, de la cual ni siquiera teníamos...
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