Jeff Tweedy, la feroz serenidad de una chaqueta vieja

10/02/2011
Jeff Tweedy

Jeff Tweedy

Recuperado de sus ataques de pánico, el líder de Wilco y amigo de Obama, está de gira por España. Estrena algunas canciones del séptimo disco del grupo, anunciado para primavera.

Un respeto. No hablamos de un payasete amoral y manso como Beck, ni de un papanatas sacerdotal como Thom Yorke, atragantado con la mezcla inmoderada de Schopenhauer y Heineken.

Hablamos de alguien de otra pasta. Uno de esos tipos que gusta de usar la ropa, nunca de marca, hasta que se cae a cachos, porque nada hay tan feroz y sereno como una chaqueta vieja. Hijo de ferrocarrilero y compositor de 300 canciones que queman como clavos, JeffTweedy es acaso el único Presley posible a estas alturas de historia, cuando manda un rock tan educado y consolador que apesta.

Anda de gira por España desde el martes. Guitarra acústica, un libro de William Faulkner en la maleta y,como siempre, la pureza epifánica de su obra. Ha dado dos conciertos (Valencia y Palma) y le restan otros tantos. Mañana tocará en Altea-Alicante (Palau, 21horas,30€) y el sábado en Murcia (Auditorio Víctor Villegas,21,30horas,25€). Esta vez viene íntimo, sin su máquina de matar,el sexteto Wilco, el mejor grupo de rock desde los Beatles.

Hace apenas cuatro años Tweedy era en España casi un secreto. Pese a que ya entonces ocupaba plaza como el gran reinventor y actualizador de las inagotables tradiciones musicales estadounidenses, las primeras actuaciones de Wilco se limitaron a algún festival y a salas de capacidad media. Los conciertos fueron tan intensos y inusuales que han regresado varias veces y siempre con la categoría que merecen.

Mandíbulas fracturadas
El cantante al que tanto quieres tiene aliento de bourbon / Todas sus palabras proceden de los libros que tú nunca lees / Sus mandíbulas están fracturadas; sus correas, demasiado apretadas / Sus colmillos, arrancados
, dice una de las canciones de Tweedy. La búsqueda y la duda, ambas introspectivas y con frecuencia dolorosas, están en la raíz de este músico emotivo, capaz de turbar con su sinceridad sobre el escenario.

Desde adolescente, Tweedy padeció migrañas de insoportable intensidad que derivaron en depresión, vértigo, problemas de visión y ataques de pánico. Hastiado de sufrir, se enganchó a los analgésicos. Cuando intentó dejarlos por su cuenta en 2004 estuvo a punto de romperse en pedazos. «Por no sentirme tan miserablemente mal estaba dispuesto a dejarlo todo, incluso la música», ha explicado.

Por suerte para él y para la salud cultural de la humanidad, ahora está en forma, ha dejado de fumar compulsivamente, practica la natación, ejerce como padre de dos hijos (uno de ellos, Spencer, músico precoz en el grupo Tully Monster) y vuelve a sonreir.

No ha cejado en la imparable actividad de siempre: habla cada semana con su «amigo» Barack Obama, al que apoya desde hace años, se involucra en campañas sociales, combate las prerrogativas abusivas de las discográficas –Wilco cuelga toda su producción en la red: empezaron a hacerlo mucho antes de que los ingleses Radiohead se autoproclamasen patrones de las descargas- y, cuando viaja a Europa, no deja de pedir disculpas al público de sus conciertos por haber nacido en los Estados Unidos, un país cuya política internacional y social aborrece.

Tweedy acaba de cumplir, el 25 de agosto, 41 años. Nació en la pequeña ciudad de Bellville (20.000 habitantes), en el estado de Illinois. A los los 8 años se enamoró de una guitarra y ahora está enamorado de todas: las colecciona por docenas y utiliza más modelos que ningún otro músico.

Montó su primer grupo en 1984 con compañeros de instituto y marihuana, entre ellos el gran Jay Farrar, que le acompañó en la primera aventura seria, Uncle Tupelo. Su primer disco No Depression (1990) ya anunciaba un intento por aprovechar, con animosidad punk pero gran respeto, el country y el folk de los pioneros (The Carter Family, Hank Williams…). El grupo se disolvió tras una obra maestra, Anodyne (1993), y Tweedy montó Wilco en 1995. Han editado, en una progresión de creciente calidad, seis álbumes en estudio, un doble en directo y un par al alimón con el bardo británico Billy Bragg.

Tras su último disco, el exquisito e íntimo Sky Blue Sky (2007) –grabado en una habitación, con los músicos tocando en directo, dando por buena la primera toma en gran parte de los temas-, han renacido las ovaciones: la crítica les instala a la altura de los mejores y es frecuente que se les compare con Creedence, The Band y los Allman Brothers, grupos a los que Tweedy venera. El patriarca Neil Young les ha invitado a compartir gira, de igual a igual, este otoño.

Jeff Tweedy

Jeff Tweedy

Verano de 2004, cara a cara con el león

Por propia voluntad Jeff Tweedy ingresa en una clínica de rehabilitación para desengancharse de los analgésicos que tomaba desde niño contra las migrañas.

Poco antes había intentado dejar la medicación sin control médico y sufrido un colapso físico y síquico casi total. “El pánico me hacía sentir como si un león me persiguiese continuamente. Sabes que el león no es real, pero tu cuerpo y tus emociones no lo saben”.

[Esta pieza fue publicada el 4 de septiembre de 2008 por el diario 20 minutos. Aquí la puedes leer completa en PDF]

Jeff Tweedy – Airline to Heaven (Sunken Treasure: Jeff Tweedy Live in the Pacific Northwest, 2006)

Jeff Tweedy – Airline to Heaven (Sunken Treasure: Jeff Tweedy Live in the Pacific  Northwest, 2006)

Jeff Tweedy – Theologians (Sunken Treasure: Jeff Tweedy Live in the Pacific Northwest, 2006)

Jeff Tweedy – Theologians (Sunken Treasure: Jeff Tweedy Live in the Pacific  Northwest, 2006)

Jeff Tweedy – The Thanks I Get (Sunken Treasure: Jeff Tweedy Live in the Pacific Northwest, 2006)


Jeff Tweedy – The Thanks I Get
(Sunken Treasure: Jeff Tweedy Live in the Pacific  Northwest, 2006)

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3 Responses to Jeff Tweedy, la feroz serenidad de una chaqueta vieja

  1. Hambre | joseangelgonzalez.com on 10/02/2011 at 17:57

    […] añoro (queda claro aquí y aquí) a Jeff […]

  2. […] Jeff Tweedy, la feroz serenidad de una chaqueta vieja […]

  3. […] a Thompson. Me atrevo con dos recomendaciones: Still, el bellísimo disco que le produjo en 2015 Jeff Tweedy (líder de Wilco y admirador confeso del inglés), y la recopilación Richard Thompson (guitar, […]

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