Debo (estoy obligado, al parecer) ser «útil». Lo reclaman, otorgándome carácter mecánico cuando no tengo por qué ser útil y, a diferencia de las máquinas, puedo optar por lo estéril, lo ineficaz, el silencio… No soy tan importante para ser similar al dinero y algunos empleos que nunca secundé como cómplice: rentable, apropiado, servicial,...
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