Era una mujer sureña, licenciada en Ciencias Sociales y de modales exquisitos, que vivió los últimos doce años de su vida en la granja familiar de Milledgeville- Georgia (EE UU), bautizada como Andalusia, donde se entregaba a sus dos grandes pasiones: escribir y criar pavos reales, «el rey de los pájaros». Las llamativas monturas...
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