Henry Miller afirmaba que para escribir «hay que estar poseído y obsesionado”. Blaise Cendrars (1887-1961) -a quien Miller idolatraba- cumplía ambos requisitos. Vivió cada mañana como si fuese la primera y cada noche como si fuese la última. Se dió de baja en todo para ejercer la vida. Renunció a la educación por castrante....
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