Han tintado paredes con tu cara, Lois. Plantillas anónimas con el tag de tu nombre sorprenden la deriva de los caminantes urbanos de la triste Vigo, donde el capitán Nemo no llegó a atracar, aunque sí lo hizo Aleister Crowley, la Gran Bestia, antes de la cita secreta con Don Fernando Pessoa, vaya bestia....
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