Se llamaba Emmett Grogan y me parece oportuno recordarle hoy, en víspera de la Navidad, cuando, según nos dicen los escritos, la Palabra se hace carne y pone su morada entre nosotros.
Grogan dominaba la Palabra. Había sido un niño travieso, casi un delincuente, cuando las calles de Brooklyn eran nación de los desnudos.
El Evangelio de Juan dice:
Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo.
Sustituyan Juan por Emmett. Ahí lo tienen.
El supermán del underground, le llamaron en San Francisco, cuando estaba en primera línea (en vanguardia, ese término que hemos rebajado a cliché) de los Diggers, anarquistas, locos, asesinos del dinero, funambulistas de la acción directa, clarividentes entre la general ceguera hippie.
Emmett llamaba la atención contra «la monumental estupidez implicitamente contenida en el psicodelismo trascendental».
Emmett interrumpe un cónclave de la New Left yanqui:
«Ni siquiera tenéis cojones para volveros locos».
Emmett, epifánico.
Lean el libro de Alice Gaillard sobre los Diggers. Consulten el archivo en línea, donde están todas las octavillas, todos los panfletos, toda la gasolina y todas las cerillas. Encuentren, si pueden (no es cosa fácil), la biografía de Emmett, Ringolevio.
Lloren esta medianoche la ausencia de la Palabra.
[…] la norma, justifica un lugar de honor en la historia del siglo XX para el colectivo autor: los Diggers, greñudos y guerrilleros, nacidos en San Francisco en 1966, en medio de la indolencia del […]
‘good to remember emmett grogan on this day….my capitalist brain washed mind still gets jolly thinking of merchandise without price tags…
ahora en spanish para practicar:
en el libro de lisa law, creo que era «flashing on the sixties» habia dos fotografias del señor grogan…me gustan..
luces, listones y bastones de menta para ustedes