NY

25/01/2011
Neil Young

Neil Young

Nadie le tose. Nadie le ha tosido. ¡Cómo para atreverse!

Cuando Kurt Cobain decidió irse al otro mundo optó como epitafio por una frase de Neil Young: “Mejor quemarse que desvanecerse”. La elección póstuma del tan doliente como retórico grunge, no fue una ocurrencia aleatoria. Su cortísima carrera, fulminada en 1994, a los 27 años, por un disparo de escopeta, fue una ostensible intentona –incluso en su estilo como guitarrista, que algunos aplaudieron como novedad- por mirarse en el espejo de Young, que entonces tenía 49.

Antes del bang, el hijo se rendía ante el padre.

Así es Neil Percival Young (Toronto-Canadá, 1945): íntegro, paradójico, un artista ineludible, uno de los obligatorios…

Ni siquiera los fieros e impolíticos punks que a finales de los años setenta vomitaban sobre todas las mega estrellas hippies se atrevieron con este músico tan poliédrico que, como dice una de sus canciones, parece «salido de la nada» (out of the blue).

Shakey, el Tembleques. Neil Percival Young tiene sarcasmo suficiente como para mofarse en este asumido alias de la eplilepsia que padece. No es la única herida: diabético, lastrado por una polio infantil, superviviente de un aneurisma cerebral, padre de dos hijos con parálisis cerebral y una hija epiléptica…

Hijo de periodistas deportivos, niño enfermizo crecido en el boscoso pueblo canadiense de Winnipeg –donde conoció a uno de sus grandes amores, la cantautora Joni Mitchell–, Shakey se ha atrevido contra todo: echó en cara al rock sureño su complacencia con la segregación racial (Southern Man), acusó a Nixon de asesino de estudiantes durante protestas antibélicas (Ohio), relató los estragos de la heroína entre sus compadres generacionales (The Needle and the Damage Done ), denunció las barbaridades de los conquistadores españoles (Cortez The Killer )…

La edad no ha mitigado la furia. Es capaz de suspender un concierto por solidaridad con la huelga de los trabajadores del local y en los últimos años, pese a que conserva la nacionalidad canadiense y podría ser expulsado de EE UU por inmiscuirse en asuntos internos, se ha destapado como el artista más beligerante contra la atroz política de Bush. En 2006 pidió directamente su destitución en Let’s Impeach the President.

Dicen quienes le conocen que no es una persona fácil, que no va de risitas por la vida y que su carácter flamígero le juega malas pasadas. Por tozudez se empeñó en publicar los infameantes discos de género (tecno, rock sinfónico, rockabilly, rhythm & blues) de los años ochenta.

Pero esa misma contumacia le lleva a seguir blandiendo una de las pocas guitarras eléctricas con nombre propio de la historia, la Old Black (Vieja Negra), una Gibson Les Paul de 1953 customizada. Quienes la hemos escuchado en directo sabemos, antes de que nos hayan admitido, como sonará el infierno .

El último número de la revista musical Mojo dedica muchas páginas al prodigioso Young. Hablan de él y eligen sus mejores cien canciones otros tantos colegas de las últimas tres generaciones (desde el jovencillo pretendiente Dylan LeBlanc hasta su ex compadre David Crosby).

No soy un fan irredento, pero hemos crecido juntos (llevo escuchando sus discos desde 1968, tenía 13 años cuando The Loner me rompió en pedazos) y le debo un respeto.

A veces me cansa su tendencia al camuflaje («si cambiar implica que pierda gente en el camino, pago el precio», afirma), pero nunca me decepciona.

Puede ser un vaquero estelar, un bruto artesano de canciones salvajes como fieras, un cronista de la desolación, un roquero de estadios, un engendro robótico, una máquina de hacer ruido… y nunca dejar de ser NY -esas siglas no pertenecen a una ciudad en mi imaginario-.

En sus conciertos habla menos que Dylan. El que sabe nunca habla.

Éstas son las dos mejores canciones de Neil Young, según la encuesta de Mojo. Silencio.

Neil Young – Cinnamon Girl

2. Cinnamon Girl

Neil Young – After the Gold Rush

3. After the Gold Rush

[En esta entrada he reutilizado algunos párrafos de una pieza sobre Neil Young que escribí para el diario 20 minutos. La publicaron el 4 de diciembre de 2008. Aquí la puedes leer en PDF]

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One Response to NY

  1. […] compare con Creedence, The Band y los Allman Brothers, grupos a los que Tweedy venera. El patriarca Neil Young les ha invitado a compartir gira, de igual a igual, este otoño. Jeff […]

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