Este milagro llegó hoy por correo desde Madrid.
Dispongo del glosario adecuado para describirlo —una Bronica SQ-A de medio formato con una lente Zenzanon de 80 mm y 2.8—, pero no de las palabras que debieran explicar qué siento. Porque gritar no tiene sentido, he intentado responder en privado al remitente, un amigo con el cual las palabras siempre han sobrado, que había leído mis malas noticias sobre cámaras muertas.
El paquete, convenientemente asegurado con cinta adhesiva con calaveras bucaneras, traía el remite de Rafa Alcácer, un tipo que mide 180 y pico centímetros de bondad.
A veces hablas y alguien escucha sin que cuenten distancias. Con el alimento de esa suerte me voy a cama tras un día agotador y luminoso.
Le he prometido a Rafa —autor del retrato que preside esta web, el único de los que me han tomado en el que me gusta reconocerme— que las fotos que logre hacer con la Bronica tendrán dos autores.
[…] Tres fotos, tres tanteos, con la Bronica que me envió Rafa desde España. […]
[…] Está tomada con la Bronica de medio formato que llegó de un ángel celestial. […]