Más fotos en la calle con la Holga de la que soy devoto.
Un sintecho empuja todo su reino y otro se abandona a la tentación de cerrar los ojos. Ambos en el Tenderloin, el barrio que el alcalde de San Francisco quiere limpiar para que el paisaje de Twitter sea merecidamente eglógico, es decir, flemático como la tragedia.
En Castro, barrio donde domina el lobby gay, feliz y con buenos saldos, una peonza humana pide monedas a los automovilistas.
Todo en su lugar. El equivocado.
muy bueno! tu deja que otros saquen las fotos buenas y bonitas y continúa sacando joyas como estas.
Gracias, Segun. La verdad es que no estoy nada contento con mis fotos y tengo miedo de que se me escapen la agilidad y la buena suerte. Abrí este blog para obligarme a seguir rondando.
Tranquilo ;)
Me gusta la palabra, Vicente. Suena a pan y a vino. Ojalá sepa aplicarla. Un abrazo.
Las fotos son buenísimas. Tú sigue, haz como si no pasara nada.
Gracias, David. Es complicado vivir en la tierra de la abundancia y resistir con salario español. Un abrazo.