Robert Johnson: 27 años y 29 canciones

06/05/2013
Robert Johnson (1911-1938)

Robert Johnson (1911-1938)

Ventisiete años sobre el mundo, veintinueve canciones, dos fotografías ciertas (en ambas aparece sonriendo), una presunta (en la que también sonríe), la certeza de que su guitarra era una Kalamazoo KG-14, un certificado de defunción con una nota caligráfica («no doctor») que parece un título de blues esperando desarrollo…

El legado de Robert Leroy Johnson se puede enunciar sin parar para tomar aire. Escueto como un acorde rápido, sí, pero intrincado como la tierra de fiebre del delta del Mississippi.

Hace tres días, el 8 de mayo, se cumplieron cien años del nacimiento de Robert Johnson, uno de los bluesmen menos prolíficos pero de huella más profunda.

Es el momento perfecto para presentar un grasiento, diabólico y embriagado Cotilleando a…

1. Nace en 1911 en un pueblucho, Hazlehurst, en el estado de Mississippi. Un cruce de caminos. También un lugar donde si eres negro pueden lincharte por mirar a una blanca a los ojos.

2. Décimo primer hijo de Julia Major Dodds. Ella estaba casada con un granjero que había tenido que poner pies en polvorosa (y cambiarse de nombre) porque sus tierras eran ambicionadas por los terratenientes blancos. Durante su ausencia, la mujer se lía con un tal Noah Johnson. De la aventura extra marital nace Robert, ilegítimo desde el primer momento.

3.De niño aprende a tocar la guitarra esencial, el diddley bow. También toca el birimbao. Entiende que el universo es vibratorio.

4. La anomia es un trastorno del lenguaje que impide llamar a las cosas por su nombre. El joven Robert la ejerció contra sí mismo. Combinó motes: Little Robert Dusty, Robert Moore, Robert Spencer… Algunos sugieren que lo hacía para evitar a los maridos celosos. Otros aseguran que se trataba de simple desarraigo.

5. El gran maestro Son House le dejó tocar en el intermedio de un baile de sábado. Lo hacía tan mal que le sacó la guitarra de las manos. «No hagas eso, Robert. Estás volviendo loca a la gente. No sabes tocar nada».

6. Un año más tarde se repite la escena. Johnson, seguro de sí mismo, de punta en blanco, entra en el garito con la Kalamazoo colgada al hombro, se sube al escenario y empieza a tocar con tal destreza y a tanta velocidad que todos se quedan helados. Toca como si tuviese cuatro manos, veinte dedos.

"Me and the Devil Blues"

«Me and the Devil Blues»

7. Entre uno y otro momento, empiezan a decir, el bluesman hizo un pacto con el diablo. El rito es viejo, los yorubas lo practicaban con el dios-trickster Exu, que habita las encrucijadas. Debes estar en un cruce de caminos a medianoche, solo con tu guitarra, y tocar un tema. Un hombre negro, muy alto, vendrá a escucharte, cogerá tu guitarra, la afinará y tocará el mismo tema, pero mucho mejor, con más alma. Johnson, sostienen, aprendió del Maestro a tocar mejor que nadie.

8. Robert cultiva la imagen de cantante metido en asuntos con Satanás. Compone Hellhound on My Trail (Un perro del Infierno sigue mis pasos), Me and the Devil Blues (Blues del Diablo y yo), Crossroad Blues (El blues del cruce de caminos)… En la primera dice: «Derramaste pólvora caliente, en la puerta de tu padre / Eso hace que pierda la cabeza / En cualquier lugar al que yo». En la segunda: «Yo y el Diablo / Caminamos uno al lado del otro / Voy a pegarle a mi mujer / Hasta que me quede a gusto». En la tercera:»Fui al cruce de caminos / Y me arrodillé / Le pedí a mi Señor: ‘Ten piedad, salva al pobre Robert, por favor».

9. Desde 1932 hasta su muerte, en 1938, practica la itinerancia musical. Viaja con ansia, no puede quedarse quieto. Recorre todo el Delta del Mississippi y recala en cada pueblo, pero también llega a Chicago, Canadá, Nueva York y Texas. La estrategia es siempre la misma: se coloca en una esquina del centro y canta canciones comerciales a cambio de unas monedas. Por la noche va a los juke joints y canta blues a cambio de whisky. En cada ciudad duerme en casa de una mujer. Es irresistible en el juego de la seducción y hay muchos novios y maridos engañados que se la tienen jurada.

10. Un cazatalentos de la American Record Company le escucha cantar en 1936. La compañía envía a uno de sus ejecutivos para que grabe a Johnson. El hombre le da 45 centavos para el desayuno y le deja en un hotel. A las pocas horas, recibe una llamada del bluesman. «Estoy solo», le dice. «Claro que estás solo, ¿qué quieres decir?», pregunta el tipo. «Que estoy solo con una señora. Ella quiere cincuenta centavos. Me faltan cinco«, responde Johnson.

Robert Johnson

Robert Johnson

11. Las primeras sesiones de grabación duran tres días, a partir del el 23 de noviembre de 1936 en la habitación 414 del Hotel Gunter (ha sido despersonalizado por la cadena Sheraton), en San Antonio-Texas. Johnston interpreta 16 canciones. Le graban con un equipo portátil y un sólo micrófono. Canta en una esquina, de cara a la pared. No por timidez, sino para conseguir acrecentar los tonos medios de la guitarra. Al año siguiente graba otras 13 en los estudios Brunswick, en Dallas.

12. Entre 1937 y 1938 se editan y distribuyen 11 discos de Johnston, todos a 78 revoluciones por minutos. Se comercializan en circuitos locales y no alcanzan, entre todos, las tres mil unidades vendidas. Al músico le pagaron con un billete de tren y la estancia durante las sesiones de grabación. Cualquiera de esos discos vale hoy una pequeña fortuna.

13. El 16 de agosto de 1938, a los 27 años, Johnson muere cerca de Greenwood-Mississippi. Las circunstancias son tan opacas como las de la vida. Parece claro que un esposo celoso le envenó con whisky mezclado con estricnina. La agonía fue de dolor severo y convulsiones y duró tres días. Sus últimas palabras, según algunas fuentes, fueron: «Mi Redentor vendrá a llevarme a la tumba».

14. No se sabe dónde está enterrado. Tres lugares de las cercanías de Greenwood se disputan el mérito y lucen placas mortuorias. Cada año hay actividades en honor al bluesman. El centenario del nacimiento ha sido convertido este año por el pueblo en un acontecimiento turístico.

15. El primer álbum con canciones de Johnson no fue editado hasta 1961, King of the Delta Blues Singers. Una segunda parte apareció en 1970 y la discografía completa fue publicada en 1990 (29 canciones y 12 tomas alternativas de algunas). Este año han puesto a la venta una colección en vinilo que reproduce los discos originales.

16. Fascinó, sobre todo, a los bluesmen de piel clara del Reino Unido. Los Rolling Stones, Led Zeppelin y Eric Clapton han versionado a Johnson. Sin excepciones, salen perdiendo.

17. En 2004 los tribunales fallaron a favor de la demanda del camionero Claud Johnson, que se presentaba como hijo del músico. Ahora es multimillonario gracias a las regalías generadas por la obra de Robert Johnson, que murió con lo puesto.

18. El misterio sigue teniendo carácter mítico. Hay películas, documentales, novelas y ensayos sobre el personaje. Hace poco comenzó a circular un trozo de película muda en la que aparece alguien tocando una guitarra en un pueblo de Mississippi en los años treinta. Dicen que puede ser Johnson.

19. La mejor descripción en palabras de la forma de cantar y tocar de Johnson es del musicólogo Wilfrid Mellers: «Los aullidos y el falsetto no son sólo salvajes y grotescos, también están rotos, perdidos, descentrados. La excitación emocional lunática aumenta con las crudas disonancias de la guitarra, su punzante vibrato tocado con navaja o cuello de botella en reiteradas notas simples; no hay diálogo entre instrumento y voz, ambas se estimulan a través del frenesí».

20. Nadie es el mismo después de escuchar I Believe I’ll Dust My Broom, Ramblin’ On My Mind, Sweet Home Chicago, Stones in My Passway o Love in Vain Blues. Te dejan en jirones.

[Escrito para Trasdós – 20 minutos]

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3 Responses to Robert Johnson: 27 años y 29 canciones

  1. […] Robert Johnson, Elvis Presley, The Band, Randy Newman y Sly Stone, emisarios de un código secreto, son utilizados por Marcus para rastrear las huellas, complejas y oscuras, de los errabundos que viajan a bordo del tren misterioso. […]

  2. […] [Robert Johnson nació en Mississippi en 1911. Una versión dice que murió tiroteado por un marido celoso. Otra sostiene que fue ahorcado. Una tercera, que fue envenado y falleció, a cuatro patas, aullando como un perro. Una cuarta, quizá la más literaria y seductora, afirma que la muerte tuvo que ver con la magia negra. Sea quien sea el cronista, nadie discute la fecha: 1938. Tenía 27 años, había grabado sólo 29 canciones. Nadie ha llorado como él, nadie, ni siquiera en los rincones] […]

  3. […] [Publiqué esta veintena de razones para amar a Johnson en un diario en el que colaboraba y cuyo nombre no deseo repetir porque no lo merece. Reaproveché parte del material en el episodio del podcast Hot Parade dedicado al blues del Delta del Misisispi. Puede ser escuchado en el reproductor de abajo o también en nuestra cuenta de Spotify] […]

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