1
Regresivo, adjetivo: que hace volver hacia atrás. En gramática, una derivación regresiva es aquella inversa, con acortamiento de la palabra, para formar un supuesto primitivo.
2
Deseo de regresar. Dibujo un regreso en el descuido que rellena las fisuras de diciembre.
3
En la reunión nocturna hablamos de mascotas con apasionada melancolía y no menos merecido orgullo: gallinas que jamás quieren la percha para dormir, una cobaya que se recupera tras cuidados paliativos de una fea caída, la chinchilla que te castigaba con la indiferencia cuando la dejabas temporalmente en hogares ajenos…
4
Frente a los ojos mientras escribo, colocada con premeditación a la altura exacta de la mirada, está la foto de mis tres hijos. Yo, el único ser humano de la reunión que tiene la condición de padre, no cuento nada de mis asombrosos hijos durante el congresillo nocturno de animalismo. Nombrar es malgastar, nombrar no es la fórmula magistral de un medicamento contra el déficit.
5
Este delito de egoísmo lo cometo sin cómplices.
6
Quisiera limitarme a describir las cosas desdeñables y componer así, con material de segunda mano, como hacen otros, una sinfonía átona, sin línea melódica, todo fondo.
7
Cada día es más duro el acto progresivo de escribir. Dedos amnésicos.
8
Nunca antes me había practicado un corte de pelo al cero.
9
Corte es una derivación regresiva del verbo cortar.
10
Me comprometo con las diez acepciones del verbo cortar. Son un mea máxima culpa:
Dividir algo o separar sus partes con algún instrumento cortante.
Dar con las tijeras u otro instrumento la forma conveniente y apropiada a las diferentes piezas de que se compone una prenda de vestir o calzar.
Darle en la extremidad del cañón a la pluma de ave para escribir los tajos convenientes y abrirle puntos.
Hender un fluido. Una flecha corta el aire, un buque, el agua.
Separar o dividir algo en dos porciones. Las sierras cortan una provincia de otra; los ríos, un territorio.
En el juego de naipes, alzar parte de ellos dividiendo la baraja.
Dicho del aire o del frío: Ser tan penetrantes y sutiles, que parece que cortan y traspasan la piel.
Acortar distancia.
Atajar, detener, entorpecer, impedir el curso o paso a las cosas.
Dejar de decir algo, o señalar lo que no ha de decirse, en un discurso, un sermón, una comedia, etc.
