Un par de días de buenas relaciones con las fotos y olor de revelador en los dedos. Todas son de ayer y hoy y todas, otra vez, con mis Holga.
Las cuadradas, de medio formato; la única horizontal, la primera de arriba, con la de 135. Es la que más me gusta.
Ella (pelo rojo, abrigo afgano) estaba a punto de encender un cigarrilo con boquilla. La interrumpí:
— May I portratit you?
Me miró como si me conociese.
No hubo más palabras.