Una foto no es casi nada: un juego, el instante entre una bocanada y la siguiente, una mancha que se convierte en soga y te ata al tiempo…
Anoche te hice fotos, Lucía, Luci.
Casi nada: un juego, el instante entre una bocanada y la siguiente, una mancha que se convierte en soga, un suspiro de ahogado…
Pero era algo más que no te dije. A veces yo soy el ahogado.
Para resumir: perdón.
He sido injusto, te he tratado mal. A veces soy mi propia soga, la única.
A falta de palabras, unas cuantas fotos.
Casi nada: el reloj que estudia matemáticas restando, siempre restando en esa lección que es dictamen y sabes que eres el reo, apenas una sombra de ti mismo.
Para resumir: una foto como insuficiente pago por mi mal humor. Un signo.
Casi nada: las palabras que no tengo.
Otra vez, perdón.