El amanecer asomará con moderación insólita el día del fin del mundo
Para adaptarse a los extravagantes sueños de la noche última de los humanos
A la inquietud sagaz de las bestias y al fulminante deterioro de los objetos
En un cuarto de Praga, un anciano recordará un estanque
Y deseará romper de una vez por todas, con fascinación y pánico
El pacto de silencio que subscribió ante las aguas cautivas
Un niño perderá un juguete, una brizna de trigo será segada
Una célula se dividirá sin control para engendrar un cáncer
Y nadie sabrá que sólo el día que estamos viviendo importa
Alguien, acaso más de uno, pronunciará la palabra “letanía”
Otros dirán “artilugio”, “bramante”, “autárquico”, “infinito”
Y algunos, los menos, permanecerán como vivieron, olvidados
Una mujer encargará a las nubes que abracen a su esposo inmigrante
Sin sospechar que está encerrado en un presidio en las afueras de Madrid
Y mientras ella habla con el cielo él sostiene una bandeja plástica con una tajada de pescado barato y congelado
Un muchacho pensará en la frase: “ser pequeño y manteneme pequeño”
Y decidirá que es el momento de no crecer más y beber de un trago el vaso de agua
Donde ha disuelto un puñado de pastillas avaladas por la ciencia médica
El día del fin del mundo me asomaré al ventanal de mi sepulcro
Esperando verte aparecer calle abajo, ligera y pálida
Para tocar la puerta y entrar en casa, en el traspatio final sin profetas ni dolor
Copio la idea de trying hard not to sell dreams for small desires y pido perdón a Czeslaw Milosz por la vanidad
i keep ‘fin’ with me……….