El fotógrafo Allen Frame (1951) se ha convertido en el ilustrador de las portadas en los EE UU de buena parte de los libros de Roberto Bolaño (1953-2003). Hay nueve obras del segundo que tienen en la cubierta imágenes del primero.
La conexión circunstancial —nunca se conocieron y el fotógrafo sólo entró en contacto con la narrativa del autor de Los detectives salvajes mediante un encargo— no sólo está justificada por el acuerdo comecial de Fame con la editorial New Directions, que tiene los derechos para los EE UU de algunas de las obras del escritor. Así como ambos pertenecen a la misma generación (nacieron con dos años de diferencia), también sus lenguajes tienen conexiones.
La exposición Allen Frame: dialogue with Bolaño (Allen Frame: diálogo con Roberto Bolaño) —en la Galería Gitterman de Nueva York hasta el 11 de enero— intenta emparejar las fotos de uno con las colecciones de cuentos y novelas del otro. Hay un buen punto de partida: Frame sólo retrata en blanco y negro, trabaja con película muy rápida (siempre de 3.200 ASA) y de marcadísmo grano y prefiere, como Bolaño, la sugerencia de la obra abierta y condicionada por las muchas posibiliodades del azar.
También hay cierto paralelismo en el terreno de la opresión ambiental y la alienación de los personajes. Para la cubierta de la alucinatoria Amulet (Amuleto), la foto elegida es la de un perfil de mujer que vemos a través de una ventana sosteniendo algo que podría ser o no ser un revolver. En Monsieur Pain (en español tiene el mismo título), donde la trama circunda un asesinato de proporciones planetarias, la foto nos muestra a un hombre fuera de foco luchando consigo mismo y víctima del aturdimiento. En Nazi Literatures in the Americas (La literatura nazi en América), una aterradora, por posible, enciclopedia de horror y racismo, la imagen es la de un hombre confuso y semidesnudo.
Los organizadores de la exposición destacan que la obra de Frame transmiten una sensación de «comedida intimidad, impregnada de deseo y amenaza» que puede emparejarse con el temario y el tono e Bolaño, a quien, como al fotógrafo, le gustaba el cine negro. «La obra de Bolaño se basa en los temas de la novela policíaca, pero trasciende el género para crear una reflexión sobre la sombra de los conflictos políticos y sociales. Su escritura arenosa y visceral brota de los rincones oscuros de experiencia y la obsesión romántica», añaden.
Frame, que afirma estar muy marcado por el cine neorrealista italiano, la poesía y las obras literarias de William Faulkner, Carson McCullers y Tennessee Williams, publicó en 2003 el libro Detour, un fotoensayo sobre las relaciones humanas y sus extremas complejidades. Sus fotos han sido definidas como las que podría hacer un «turista de los espacios interiores».
[Escrito para Artrend – 20 minutos]
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