"Autorretrato" - Mario Pacheco
Exponen al lado de casa unas cuantas docenas de fotos de Mario Pachecho. Es un homenaje póstumo: Pacheco murió a finales de noviembre.
Era un tipo valiente y con enorme sentido de la curiosidad.
Fotógrafo antes que editor discográfico, se paseó por los festivales hippies europeos de los setenta, retrató a los Rolling Stones en Tánger y a los primeros músicos alucinados españoles: Pau Riba, Música Dispersa, Smash, Toti Soler.
A Riba le produjo Jo, la donya y el gripau (1971), el único disco lisérgico made in Spain, grabado en Formentera, en una casa sin energía eléctrica. Fue la banda sonora de mis años locos, cuando vivía con bencedrina bajo la lengua.
Pacheco hizo portadas para Lole y Manuel, Camarón, Silvio…
En 1982, fundó Nuevos Medios, una discográfica con estilo y buen ojo. Distribuyó en España a Joy Division, New Order y los demás artistas de Factory, los catálogos de Hannibal y Rough Trade.
Como editor apostó por el flamenco (Pata Negra, Ketama, Pepe Habichuela, Ray Heredia) y los grupos más exquisitos de la movida madrileña (La Mode, Golpes Bajos).
Hablé con Pacheco por teléfono a finales de los ochenta. Estaba interesado en publicar en el diario en el que trabajaba una antología de sus fotos. Me atendió con simpatía y quedamos en vernos en Madrid para seleccionar negativos. El encuentro nunca se produjo: el periódico quebró.
Pacheco era un tipo grande que supo ocupar su lugar con un sentido de la elegancia muy poco habitual en el negocio musical. A su muerte no se le rindieron homenajes públicos. Está bien así: respeto por respeto.
Las fotos que exponen ahora no tienen parangón en el fotoperiodismo español, desraizado y competitivo: están grávidas de sentido generacional.
