Fuimos de atardecida al Golden Gate para cubrir un acto de apoyo a Bradley Manning. Fue un desastre muy sanfranciscano: tarde, mal y pocos.
Al menos estaban la niebla y el puente, abrazados, gloriosos.
Fuimos de atardecida al Golden Gate para cubrir un acto de apoyo a Bradley Manning. Fue un desastre muy sanfranciscano: tarde, mal y pocos.
Al menos estaban la niebla y el puente, abrazados, gloriosos.
This entry was posted on 08/06/2013 at 00:49 and is filed under mi ceguera. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed.