Ya no habrá más tiempo

14/01/2011
Olivier Messiaen tocaba el órgano todos los domingos en la iglesia de la Sainte-Trinité de París

Olivier Messiaen tocaba el órgano todos los domingos en la iglesia de la Sainte-Trinité de París

En el campo de concentración nazi de Stalag VIII-AOlivier Messiaen (1908-1992) tenía tanta hambre, tanto frío,que decidió volar durante las noches. Soñaba con nubes coloreadas y anhelaba terminar por contemplar una aurora borealis.

A los 20 años, Messiaen había conocido al pintor Charles Blanc-Gatti, que padecía de sinestesia, una peculiar capacidad de experimentar la estimulación sensorial en un sentido de manera multimodal, en dos o incluso más canales, es decir oir colores, ver sonidos, percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto…

Estudiante de música desde niño, dotado de una sensibilidad extrema, Messiaen se empeñó en emular a los sinestésicos y «ver el sonido».

Firme creyente en la «resonancia natural» y divina del cosmos, se ejercitó con la paciencia de un lama y lo consiguió: «Es verdad que veo colores, que están ahí. Son colores musicales, que no deben confundirse con los colores del pintor. Son colores que devienen en música».

En el campo de concentración, la búsqueda del sonido del arcoiris y su creencia de que «lo invisible existe aún más que lo visible, que la alegría está más allá de las penas, que la belleza está más allá del horror» le salvaron la vida.

Algunos de los guardias de Stalag VIII-A no eran nazis fervientes. Uno de ellos, Karl-Allbert Brüll, tomó bajo su protección a los prisioneros músicos del campo, Messiaen, el violinista Jean Le Boulaire, el chelista Etienne Pasquier y el clarinetista Henri Akoka.

Les consiguió lápices y papel pautado, instrumentos mutilados y un barracón vacío para que ensayasen, con un guardia-cómplice que les protegía y avisaba de posibles peligros.

El resultado es historia: el Quatour pour la Fin du Temps (Cuarteto para el fin del tiempo). Al principio de la partitura ya terminada, Messiaen anotó:

En homenaje al Ángel del Apocalipsis, que levanta su mano hacia el cielo diciendo: «Ya no habrá más tiempo».

La obra fue estrenada el 15 de enero de 1941 ante varios centenares de presos, algunos guardias y oficiales alemanes. Messiaen, que se encargó de tocar un piano roto, recuerda que casi todos, perplejos, permanecieron en silencio al final de la pieza.

Una vez liberado, con papeles que le falsificó el guardia Brüll, el músico que aspiraba a tocar en colores, siguió componiendo piezas trascendentes. Sostenía que ya no habría ningún un-dos-tres-cuatro y buscó el secreto del ritmo en las ragas de la India, la música folclórica de Bali y los Andes y el trinar de los pájaros.

Hasta el final de su vida,  Messiaen tocó el órgano cada domingo en una pequeña iglesia de París.

\»Quatour pour la fin du temps – Liturgie de cristal\»

Quatour pour la fin du temps –  Liturgie de cristal

\»Quatour pour la fin du temps – Abime des oiseaux\»

Quatour pour la fin du temps – Abime des oiseaux

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One Response to Ya no habrá más tiempo

  1. David on 15/01/2011 at 10:01

    Genial.

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