Cartel del cortometraje de Spike Jonze y Arcade Fire
Un engendro siempre busca a otro engendro para seguir concibiendo engendros. Sucede lo mismo que con la democracia parlamentaria en Europa: te piden el voto y lo convierten en papel higiénico. Las funciones corporales son el fundamento de la vida sobre el planeta.
Dos engendros: Spike Jonze, funambulista cool, y Arcade Fire, simplemente idiotas.
Están de maridaje. Acaban de presentar en la Berlinale (aún no sé por qué llamamos así, con nombre de señorita casquivana, al Festival de Cine de Berlín) el corto Scene from the Suburs.
Dirige Jonze y colaboran en el guión Arcade Fire, cuyo último disco The Suburs, esa opereta con afán de ópera, está en la base de la idea.
Al grupo, ha declarado Jonze, no le bastaba con un videoclip, porque querían «algo más grande». Las ideas, como el jamón, al peso.
Las reseñas de prensa dicen que el cortometraje «retrata una serie de escenas de un grupo de amigos, vecinos de un barrio aparentemente tranquilo de la ciudad de Austin, en Tejas, que lo comparten todo: música, tiempo libre, trabajo, fiestas etc. El idilio de cada escena está interrumpido por la creciente militarización, de ciencia ficción, de su barrio».
Atención a la pertinente matización: la militarización es «de ciencia ficción». Nada de realidades africanas o chechenas. Pura fantaciencia. El peligro es una broma, juguemos.
No he visto Scenes from the Suburbs, sólo un trailer comercial. Es muy, elijo el único adjetivo posible, aparente.
Tampoco veré la peliculita con afán de peliculón arty (a no ser que me obliguen bajo tortura los esbirros de una nada improbable dictadura que imponga lo cool por medio de la militarización).
Ya he tenido bastante Jonze en mi vida. Profanó el libro que leía a mis hijos una noche y otra cuando eran pequeños, Donde viven los monstruos, de Maurice Sendak. Lo convirtió en un divertimento digital en el que no queda ni un voltio de la misteriosa luz del cuento original.
Ya he tenido bastante de Arcade Fire en mi vida. Un sólo Supertramp es suficiente para amargarte la existencia entera.
