Foto que ilustra la entrada final de Distrito Latino, el blog que escribía en RTVE y que la empresa ha anulado por «recorte de colaboradores».
La decisión —no me quejo demasiado: es una ola en la tormenta— nos obliga a marcharnos de San Francisco en cosa de dos meses. Estamos en ello: vendiendo el escritorio y la silla, las lámparas y algunos libros.
Es el final de una aventura que no tengo ánimo para analizar en este momento, aunque me pregunto sin rencor qué hubiera sucedido de tener un volumen mayor de seguidores del blog en Facebook (77) y en Twitter (6) y de comentarios (casi nulos, la entrada con más anduvo por cinco).
No me hagan caso: reconozco el fracaso como mío. La mala uva es sólo el ejercicio inútil del derecho de los rotos.
Esta otro foto me ilustra mejor que la bella iguana: quiero sentir la tierra bajo mis pies. De los hombros ajenos estoy bastante cansado.
-Esto (este momento) también pasará-… !