Entender la guerra como una «obligación moral» y, para que sea posible, sumergirse en el «estado marcial del alma» del guerrero para «comprender la locura del amor que respira». James Hillman (1926), uno de los pocos seguidores en activo de Carl Jung, desplazado por los sicoterapeutas o, aún peor, por los leñadores de la...
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