En medio de las infértiles espirales urbanas y sus derivas de soledad y tristeza, siempre licuadas en la maquinaria tenaz de la muchedumbre, puede encontrarse un reverso luminoso, una chispa que Unamuno definió como «el humano anhelo de extenderse en tiempo y en espacio». Billy Gomez (sin tilde, es sajón) inmoviliza esos fulgores mínimos...
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