La semana pasada encontré en una tienda de segunda mano una Olympus Trip 35 por 12 dólares. La compré, por supuesto: es ligera, automática y no necesita baterías —el mecanismo de cálculo de la velocidad y la apertura está alimentado por un sensor solar de selenio—. Llegó a venderse como pan caliente: más de...
más»