cuando Ornette Coleman entró en el cuarto aunque todos eran negros y vestían tan mal como él con aquellos pantalones entallados de chulos baratos pensaron: es demasiado orgulloso y habla demasiado bien para ser un jazzmen puro como nosotros eran caballos sedientos abrevando en el cadáver ya podrido del bebop el jazz modal de...
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