Me asomo al diario como al balcón, en busca de un panorama, una mirada… En mi caso, la ceremonia tiene carácter tóxico: si no leo el diario sufro arritmia y sudor frío, me asalta el desconcierto, creo residir en un planeta extraño, no soy capaz de manejar máquinas de precisión, dejo de entender la...
más»