Al enfrentarse a las fotos de Álvaro Soto (que firma como Deyone, un alias que «se eligió por sí mismo y sin motivo» cuando su autor tenía 13 años), uno entiende que la vida no sabe de la grosería de los cumpleaños. «Soluble, caótico y crudo», se define. Es decir, en la línea de...
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