Las drogas son un camino a ninguna parte, pero al menos son la ruta pintoresca. Todos, en algún momento, necesitamos un diablo sobre nuestro pecho perturbado. No somos tan infinitos como Bill Clinton («probé la marihuana una vez, pero no tragué el humo«). Nos hace falta la pastilla, la copa, la dosis, la calada,...
más»
Agotado por la insensatez de David Simon, me pongo, como tantas veces antes (caigo en los abismos de la desmemoria al intentar contarlas), en las manos de Jorge Luis Borges, delicadas como las de una enfermera con la jeringuilla de morfina. En 1969, en un impreciso parque de Nueva York (todos los parques son...
más»
Malick Sibidé, el fotógrafo que no olvidaba los nombres →
Dave Heath, el fotógrafo de la soledad, muere en soledad →
El fotógrafo discreto Jake Shivery →
Las mujeres ‘vestidas de luz’ de Heinrich Heidersberger →
Los niños imperturbables de Zoltán Jókay →
Gracie Hagen, la bella y la bestia en un solo cuerpo →
