Algunas cárceles hacen que la noción del infierno sea deseable. En el mundo invertido del blues, donde la ruina y el dolor son garantía de veracidad, las cárceles son uno de los regazos primarios. Junto con plantaciones y juke joints, las prisiones acunaron al niño trágico, le alimentaron con leche amarga. Parchman, por ejemplo....
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