
En un soneto de Jorge Luis Borges dedicado al místico sueco Emanuel Swedenborg, el escritor argentino imagina que éste era capaz de ver lo que no ven los otros terrenales: / La ardiente geometría, el cristalino / Laberinto de Dios y el remolino / Sórdido de los goces infernales, pero sabiendo que tanto la Gloria...
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