No tengo voz estos días, el ahogo me ha conquistado. Dejo que me invadan las visiones de REM, uno de los cuentos de Mircea Cartarescu: Vimos una esclusa que se resquebrajaba en zigzag e impetuosos torrentes con renacuajos que inundaban los arrozales. Vimos a un viejo decapitar una langosta (…) Vimos a tres soldados...
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