Posts Tagged ‘ Kodak Tri-X ’

A diez metros, a un minuto, en un pestañeo, en la distancia de una inhalación: la extrema soledad y la soledad extrema. El sábado, en Market Street, San Francisco.
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He comprado una lente ojo de pez —barata y, por supuesto, plástica— para adaptarla a la Holga. Estas son algunas de las primeras tentativas, que revelé ayer. Me gustan. Podría miniaturizarlas y colocarlas en guardapelos.
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A veces, la piel tiene una consistencia de relámpago y los ojos, tartamudos, no entienden la mirada, que parece una receta médica, una lengua trabada. Esta foto, una de las pocas que rescaté de los carretes velados de la última tanda de revelado, tiene la gloria de un abecedario naciente o eso me parece.
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Las cámaras resbalan del aceite de mis manos, doloridas y torpes. De seguro por esa pésima cualidad también las fidelidades se resquebrajan: los últimos dos rollos con la Holga salieron velados y sólo he podido recuperar esquejes de fotos, hijos torpes. Estas tres, una vez tratadas más de lo debido con el software pertinente,...
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Otro desnortado templo del conocimiento: la University of San Francisco California quiere cortar 30.000 árboles del maravilloso Mount Sutro Forest. Escribo una reseñita sobre el asunto en Distrito Latino.
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En los páramos extremos del altiplano del Tíbet, los caminantes amontonan piedras para celebrar el éxito de una travesía entre montañas. En todas las aceras del mundo con aceras, los niños, astrales, buscadores, arrastran piedras entre las casillas del cielo y la tierra. En el suelo del otro mundo, sin aceras, los cuerpos escriben...
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Una muchacha triste en un marco feliz: he ahí mi pueblo.
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¿Metafísica?¿Que metafísica tienen estos arboles? La de ser verdes y copudos y tener ramas Y dar frutos a su hora —nada que nos haga pensar, A nosotros, que no podemos dar por ellos. ¿Que metafísica mejor que la suya, No saber para que viven Ni saber que no lo sabes? Fernando Pessoa Subirme a...
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La Misión. El nombre tiene raíz religiosa y una etimología militar que turba la paciencia. También marean la convivencia antinatural de lo fancy-hipster, los migrantes buscavidas, los pandilleros (hay balazos en los últimos meses y sangre joven derramada), restos de criollismo light que enarbola banderitas y axiomas mientras cuida como oro en paño el...
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Dos escenas de la calle central de mi barrio, «the New Chinatown», as the say. He terminado por dilucidar que este gueto es mi gueto.
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Dos carretes en Baker Beach, la playa más bonita de San Francisco y, al tiempo, una antiplaya. He escrito una entrada, informativa y prescindible, en mi blog Distrito Latino. Las fotos dicen más: mi ceguera le gana de calle a mi afasia.
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Cuatro autobuses y dos horas de reloj para ir al lugar donde compro líquidos de revelado y regresar a casa. La tienda está sólo a unas quince manzanas, pero el transporte público de San Francisco es el más lento de los EE UU —velocidad media: 13 kilómetros por hora— y los enlaces son con...
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Ciudad embarrancada, atrapada por desniveles y abrazada a colinas, San Francisco hace gala de escaleras como una damita de relicarios. Las Filbert Steps (31% de inclinación, las más extremas del hemisferio occidental) son hermosas: bajan, atrevidas, por una pendiente vertiginosa y dan acceso a equilibradas casas de madera aisladas, sometidas con placentera desidia a...
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Cinco escenas de calle, otra vez con la Holga, la mejor compañera de baile durante este mes. No mucho que resaltar excepto la cinemática presencia de los venerables chinos, recién engalanados con una medalla en la solapa: un clavel moldeado con un billete de un dólar. Realismo y sinceridad.
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Las ocho fotos proceden de un mismo rollo de doce fotos de 6×6. La estadística no es mala. Todas son en la calle, en una misma mañana, con la Holga y en dos barrios: Bernald Heights —que las malas lenguas tienen razón en llamar Maternal Heights: un guetto de matrimonios wealthy con niñitos que...
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