Refrescante maldición y última exhalación con forma de ladrido que emergió del cadáver del rock, el punk rebosa suculentas gotas de sangre, vómitos existenciales —y gástricos—, mutilaciones, muerte y maldición. Tres décadas y media después de God Save the Queen, la gran jugada comercial y sólida descarga sonora de los Sex Pistols, que no...
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