
Acababa de regresar de Madrid, a dónde se había desplazado con la única intención de visitar el Museo del Prado y dejarse cautivar por Velázquez, a quien adoraba tanto como a Rubens y Rembrandt. Frank Holl era en 1888 uno de los pintores más respetados de Inglaterra —la familia real le encargaba retratos y...
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