
Quince hombres y una chica. Es conveniente apuntar, aunque acaso quede claro por el porte presumido y cargado de requiebros, que ellos son italianos. Algunos gesticulan a la muchacha, otros parecen decirle algo, todos la miran con ánimo de aduaneros… Los ojos de ella están congelados en un parpadeo, pero mantiene el paso. Las...
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