A estas alturas de la tormenta uno puede llegar a pensar que el packaging siempre estuvo ahí tal como lo entendemos (y en ocasiones sufrimos). Un disco, por ejemplo. Resulta casi imposible imaginarlo desnudo de envoltorio, disociado de un diseño gráfico -sean fotos, dibujos o ambos- y del material (cartón, papel, plástico, incluso metal)...
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