La efímera residencia en la Tierra de Félix Francisco Casanova (1956-1976), a quien se ha llamado, con cierto apresuramiento ‘el Rimbaud canario’ -lo suyo tiene más que ver con el sonido alucinado de Canterbury-, quedó compensada con su precoz dedicación a la escritura. Sus editores recuperan ahora dos libros: una antología de cuarenta poemas...
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