Cumplí 20 años en 1975. Considero que la circunstancia es uno de los dones más dulces que me adjudicó la lotería del destino. Además de la muerte del dictador sanguinario y zopenco Francisco Franco, que celebré bebiendo champán colectivo en un vaso de plástico en una calle de Madrid, 1975 fue el año de...
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