Levan Kakabadze vive en Georgia, una república que no es precisamente un remanso de paz y estabilidad. Su familia no pasa por un buen momento: el padre, acusado de traficar con drogas, está en la cárcel desde hace cinco años («cuando le llamo no me atrevo a preguntarle ‘¿cómo estás?’, porque sé que no...
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