Di la mano a Di Stéfano obligado por mi padre, que consideraba más adecuado para un hijo ser fanático del Real Madrid que astronauta. Sucedió en agosto de 1963, en el aeropuerto de Maiquetía, en la ardiente costa central venezolana. Decenas de emigrantes españoles recibieron al equipo, que participaría en la liguilla de verano...
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