
Un monigote pinhole alimentado por la química. Hace décadas que mi retrato no varía. Con ligeros intervalos para los milagrosos premios de la lotería de la paz, me sostengo con pastillas de esas que para entenderos llaman «psiquiátricas»: balas trazadoras que hacen blanco en determinados objetivos de mi sistema nervioso y logran que segregue...
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