Algunos sostienen que Stanley Kubrick (1928-1999) aprendió a mirar y desarrolló el genio del encuadre que más tarde llevaría a sus películas durante los cinco años en que le tocó patear las calles de Chicago y Nueva York como reportero gráfico de la revista Look.
Cuando la prestigiosa publicación contrató en 1945 al joven Kubrick, que tenía 17 años, nadie podía imaginar lo que sería capaz de hacer, pero su trabajo en Look ya permitía adivinar que allí había un genio nato de la narración visual.
Dicen que se había presentado un buen día en la redacción con unas cuantas fotos que había echo por su cuenta, que a los directivos de la revista les gustaron la desvergüenza y las imágenes (que le compraron a 25 dólares cada una) y que allí mismo le ofrecieron un contrato.
Copias de las fotos que hizo el reportero entre 1945 y 1950 se venden ahora por primera vez. Los 10.000 negativos que hizo están depositados en el Museo de la Ciudad de Nueva York, que ha cedido los derechos de reproducción y venta de algunos de ellos a VandM, una empresa especializada en fotografía y arte, que ofrece ejemplares de la colección Stanley Kubrick’s New York desde 250 dólares la unidad.
Se trata de 25 fotografías que ofrecen un panorama de la vida en Nueva York tras la II Guerra Mundial. El temario es amplio: desde fotos de cabaret, circo o boxeo, hasta tomas de calle (una serie de niños limpiabotas, por ejemplo) y retratos de personalidades, como el político y futuro presidente Dwight Eisenhower.
El autor de, entre otras películas, Senderos de gloria (1957), Lolita (1962), 2001: Una odisea del espacio y El resplandor(1980), tenía que atender a los encargos de los editores de la revista, que le enviaron a informar sobre boxeo o sobre ambiente de Chicago. En 2010 se exhibió en Italia una cuidada selección del trabajo de Kubrick como reportero.