Duke Ellington componía en el coche, en los incalculables trayectos nocturnos entre actuación y actuación.
Un tren, apenas sombra en movimiento, le proponía una melodía; de un pueblo dormido emergía el espíritu de un arreglo de cuerda; de la línea blanca sobre el asfalto, el solo de piano; de la tormenta distante, la percusión…
Para la suite Such sweet thunder (1957), que tanto te gusta para iluminar las mañanas, Duke pensó también en Shakespeare.
Shakespeare dijo:
El amor de los jóvenes no esta en el corazón, sino en los ojos
Duke ni siquiera tenía necesidad de decirlo.
Hola Canto:
Qué puedo agregar del Duke, nada. Escucho rara vez su música, pues es para mi una invitación a la trasnochada solitaria, a las sombras del departamento, al gris del alma a la que me llega.
Caminar por las calles que prefiero solitarias, a los bares que sólo son posibles encontrar en otra dimensión, en otro país, en otra época.
A menudo o siempre, prefiero evitarla porque me invita a estar triste, a mover las heridas viejas que flotan abajo, pero suben a la superficie cuando suena su jazz. A veces la evito. A veces la escucho a propósito.
Otra frase de Shakespeare le vendría bien:
«Puedo estar encerrado en una cáscara de nuez, y sentirme el Rey del espacio infinito».
Gracias por este post.
A mí Duke Ellington, aparte su música (que adoro) y por encima de casi cualquier otra cosa, me conecta con ese EEUU que he ido mitificando desde niño y que sólo existe, me temo, en el mapa del corazón y en las líneas de la mano. Primero el cine, luego la literatura, la música y la fotografía, y siempre el paisaje (urbano o no) con una banda sonora donde Ellington tendría más de un tema.
Urban: la música de Ellington nunca me ha llevado a la melancolía. Si así fuese, sería una melancolía como de espuma de olas muertas sobre la arena. Creo que fue, junto con Gershwin y Copland, el gran ‘pintor’ del paisaje sentimental de los EE UU. ¿Uno de mis sueños? Cruzar a la deriva ese territorio con un montón de discos de esos tres para escuchar por el camino (quizá también algo de Woody Guthrie y de Charley Patton).
David: debes leer «Pero hermoso: un libro de jazz», de uno de lios ensayistas más penetrantes que conozco, Geoff Dyer. El capítulo dedicado a Duke cuenta lo mismo que tú cuentas.
Gracias por la recomendación.
Ese es otro de mis sueños, no veo en el hotizonte una felicidad más plena que esa.
Feliz cumpleaños!
today is your birthday!
we stopped by to bring you cupcakes, one yellow balloon, a 345 miles long white ribbon, and book we found in a little bookstore in London in the year 2014 (it was the one you were writing when we met), oh, and these videos…..
http://www.milkandcookies.com/link/41927/detail/
http://www.youtube.com/watch?v=jkgyQGZSY4g
Happy birthday, sir
gracias, todavía
trying:
your intuition with the videos are 100% right (I met Joey R. and interview him) and Björk was the first live show h and me saw together =)
the book: i cross my fingers and knock on wood
i have new black shoes (a present too) so the balloon and the ribbon fit so good