Desde el jueves hasta ayer, Barcelona.
No me siento capaz de redactar la crónica que prometí en la entrada anterior.
Una crónica ha de ser una amalgama de cierta solidez, un producto razonable, una niña con suficiente educación como para callar cuando los otros necesitan hablar…
Una crónica no se atiza de pastillas antes de seguir, no disimula la tristeza con movimientos lingüísticos, no tiene un saldo de 200 euros para terminar el mes, no se marea en el supermercado, no inicia cada semana yendo a por el parte de confirmación médica de baja laboral…
Una crónica debe ser capaz de manejar el tractor sin que vuelque en medio del plantío por pereza pulmonar.
Me queda la alternativa pobre y no del todo fidedigna de la enumeración:
En la exposición, una primera sensación de asombrado orgullo cuando siento que las fotos, colgadas de hilo de nylon de pescador, parecen flotar en el aire.
Una segunda sensación de deficiencia, de cierta idiotez, al tener que explicarlas durante la inauguración.
Una tercera, una llovizna de preguntas dictadas en ese tipo de silencio que empapa la ropa y tienes frío y tiemblas: ¿qué pinto yo en este tren?, ¿quién me admitió?, ¿qué estación es la estación término?
Buena gente alrededor. M nos hospedó en su casa y nos ayudó con el montaje. J vino de Valencia. R, C, L y M, de Madrid. J, de Terrassa.
Abracé a S, a quien había visto por última vez cuando era ruda, punk y adolescente.
Tú, como siempre, me sostuviste.
El esfuerzo y el cariño me conmueven. Las palabras de las que dispongo no pueden explicar cómo cuánto lo hacen.
Sobra decir lo que todos sentimos por ti, bichito. El pequeño esfuerzo que hicimos todos durante estos días no es casualidad.
Estoy con H (aunque hubo quien pudo hacer menos de lo que quiso).
Hola Canto:
Pero nos cuentas muy bien parte de todo lo que has vivido. Parece que has vuelto a encontrarte con afectos, con personas queridas y amables, seguramente has recorrido nuevamente algunas calles.
Y colgaste tus fotos, tu música. Si haces una exposición con tus cosas, pues te expones. No debe ser fácil quedar expuesto.
Lo que has colgado en esas paredes por lo que se puede ver en la web, y lo que nos has mostrado antes a mi me ha gustado, tiene un sentido como dices «las fotos son palabras nunca escritas»
Sobran las Crónicas, querido amigo. Felicitaciones.
la buena gente atrae a la buena gente, sin ellos sería como para bajarse en la próxima…
Ojalá ese monstruo de enfermedad te abandone pronto. Que vuelva la energía sin mermar tu creatividad.
Que reúnas a tanta gente fuera de casa es motivo de orgullo y no es por casualidad como bien dice H.
H, Carolina: soy consciente… Y me emociona
Urban: tienes toda la razón: no es fácil estar expuesto. Aunque ya lo hago -aquí y con mis fotos-, lo tangible tiene una carga de realidad que resulta infrecuente en estos tiempos de bulliciosa soledad digital. En la exposición me vi a mí mismo -en uno de esos breves fogonazos que te llevan fuera de ti- hablando en inglés con un hombre al que de nada conocía. Yo le hablé de mi enfermedad y su relación con mis fotos. El, de la reciente muerte por un cáncer de su padre. Cuando se despidió, al cabo de un rato, nos abrazamos de una manera especial: era alemán y sé lo difícil que resulta para un alemán abrazar a un desconocido, de lo que infiero que me considera cercano. Ese fenómeno tiene algo de maravilla… Hablé también con una joven de San Francisco que hace fotos y recorre Europa. «Ves como me gustaría ver a mí», me dijo… Y una mujer, también fotógrafa, se sentó frente al monitor de vídeo, sola, sin compañía, y vio todas las piezas… Luego compró una de mis fotos…
David: fuera en la forma que fuese, tú estabas allí, entre la buena gente.
J: gracias, amigo… No quiero desprenderme de la melancolía, sólo el malestar me incapacita. Espero que el encuentro se repita. Un abrazo.
I agree with Mr. David……
‘Glad you’re back…..
me alegro mogollón. salud!
Yo tambien estoy de acuerdo con David, pero no con Trying.
Tu nunca te fuiste. Te has mantenido trabajando hasta en lo mas dificil. Y ese esfuerzo te lo agradecemos todos.